lunes, 20 de agosto de 2012

OTRO POEMA SOBRE MADRID





Madrid es un lince, desgasta
a lametones desde los pies
y mecaniza todos los pasos
por mucho que escapen de su raíl.


La música ambulante se mezcla
al son de repletos autobuses.
Articulan lo que quiere oír cada uno,
son las mil y una voces de Madrid.
Aun así guarda el secreto que nos atañe.


Su cuerpo tiene forma inexacta,
de atleta es su pierna izquierda
y con tacones anda la derecha.
Ambas manos sujetan indistintamente
un maletín o la correa de un can
disfrazadas detrás de un periódico.
Sus brazos han barrido el suelo
o se han alzado en la última manifestación.


Madrid tiene barba de camionero,
cien ojos en la cámara del turista
y late al ritmo de quien le siente al andar,
da igual si va o viene, siempre estará allí.
Su boca es la de quienes comen genitales
para labrarse un futuro mejor.
¡Bienaventurados todos ellos!




Pese a todo, siento que hoy habla
sólo para mí. Recita en su adagio
todas las cosas pendientes de hacer.
Incluso se atreve a hablarme de ti,
y eso que no eres verdad.